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Pues si, parece que los Reyes pasaron por aquí. Yo debo haber sido buena porque este año me han dejado todo lo que pedí y más.
Para empezar a mi marido le gustaron todos sus regalos, no protestó por ninguno. Un milagro.
A Eduardo también le gustaron los suyos y espero que cuando lleguen a BoaVista también le gusten a Silvia.
Yo les había pedido una máquina de coser porque la mía estaba algo viejita y me han dejado esta supermáquina.
Espero hacer muchísimas cosas con ella.
También me regalaron un montón de libros, unos preciosos de patchwork y los otros para matar el gusanillo de la lectura. Hasta uno repetido que cambiaré por otro, que estaba agotado, cuando lo repongan en mi librería favorita.
Mi hijo Eduardo me regaló una silla para sentarme a coser en la máquina. Hasta ahora tenía una de la cocina, pero esta es estupenda porque tiene ruedas y además es giratoria. Yo la encuentro muy bonita.
Pero lo que me dejó alucinada fueron los zapatos que me compró mi marido.
¡Silvia!, el solo, de mi diseñadora favorita y sin tu ayuda, me ha dejado impresionada.
También he recibido regalos de mi sobrina, mi hermana, mi padre y de mi madre, de mi cuñada y de mi amiga Toñi. Gracias a todos, ahora solo queda disfrutarlos.
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