domingo, septiembre 20, 2009

LLEGÓ EL OTOÑO

LLEGÓ EL OTOÑO

Pues si, aunque oficialmente no lo haga hasta mañana, este fin de semana, llegó el otoño. Desde la madrugada del sábado ha estado lloviendo, muy suave, pero lloviendo. Ha bajado algo la temperatura, lo que yo agradezco enomemente.

Hoy al llegar a San Roque, Kiara ha tenido su primer encuentro con la lluvia, un poco desconcertada buscaba de donde venía el agua, pero en seguida se encontró en su salsa, no le gusta a ella nada el agua, acabó totalmente mojada, aquí está disfrutando de su afición favorita, comerse toda hoja que pille por el suelo.




A mi me gusta mucho el otoño y el invierno, a quien no le gusta tanto es a mi espalda, llevo varios días en los que me da bastante la lata, espero que se pase, no me gustaría empezar con la historia de la rehabilitación, idas al médico, en fin todas esas horas muertas esperando que te llamen a consulta o que te llame el fisioterapeuta. Vamos a ver como se desarrolla la semana.

Hoy, como cada domingo, me he puesto a hacer el bloque semanal del Dear Jane. Tocaba el J-7, Chicken Tracks, algo latoso con tanto cuadradito pequeño, pero aquí está.



A pesar del día lluvioso de vez en cuando se colaba un rayo de sol y he aprovechado para hacer esta foto a uno de los cactus que lleva plantado en el jardín desde hace cinco o seis años y que por primera vez ha florecido, verdad que está bonito.



También nos hemos llevado una grata sorpresa, en el parterre del patio salió una mata de calabacín de alguna semilla que cayó por allí. Durante un tiempo no ha conseguido que ninguno de los calabacines que echaba prosperase. La semana pasada por fin vimos que uno parecía que se iba a lograr y decidimos dejarlo para esta semana. Hoy nos hemos encontrado con esto.

Aquí ven a Kiara examinando el vegetal a ver por donde se come.

¿Creen que me dará para una crema de calabacinos?

Otra de las novedades de este mes es que me he incorporado al cole. La verdad es que ha sido un poco caótico el comienzo, primero me nombraron en una escuela rural cerca de la casa de San Roque y más tarde me ofrecieron cambiar a un centro más cercano. Como despedida he hecho un cuenta cuentos por las clases, creo que les ha gustado a todos.

Gracias al profesorado y al alumnado por haberme acogido tan bien a pesar del poco tiempo compartido.


Ahora en un colegio grande con bastante alumnado tendré que acostumbrarme de nuevo a las rutinas diarias, por lo pronto sustituyo a una compañera, ya más tarde asumiré el apoyo del centro. Una tarea que no he hecho nunca y que verdaderamente no me gusta demasiado, pero es lo que hay, espero que no me vaya mal.





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