jueves, mayo 22, 2008

Diario de un visitante






Como recuerdo de la presentación del libro de Daniel, voy a añadir al blog el texto que elaboramos Yolanda y yo para ese día.


Diario de un visitante
Daniel Martín Castellano
Las Palmas de G.C. Anroard, ediciones.2008
Cuento

Daniel Martín, amigo, compañero de travesía en los mares, muchas veces agitados, del fomento de la lectura, lleva escribiendo sobre el tema desde hace ya unos cuantos años. Cuando nos conocimos, estaba en el proceloso y complicado momento de conseguir que uno de sus libros viese por fin la luz, en ese proceso en el que me vi envuelta y por este trabajo que compartimos y la cantidad de veces que tuvimos que hablar para conseguir que la publicación llegase a buen puerto, surgió esta amistad que mantenemos con algunas complicidades por medio.

¡Y todo por un par de yogures caducados!
Clip, un extraterrestre, bastante especial, y espacial, llega a la tierra con una misión importantísima, conseguir el antídoto que permita a su gran amigo Risco, librarse de las consecuencias de tomar yogur caducado. Lo que a cualquiera de nosotros o nosotras nos hubiera supuesto una simple cagalera, para Risco ha tenido consecuencias mucho más graves e imprevisibles.

Con formato de diario, Daniel Martín, nos narra la historia de Clip un pequeño extraterrestre especialista en plumitología. Clip, un protagonista que se nos presenta en primera persona, lo que nos permite y facilita el identificarnos con él. Protagonista con nombre propio que queda individualizado, separado del común y distinto al resto de los personajes. Un nombre que sin ser de “allá”, tampoco es de acá. Un nombre, corto, breve, que propicia nuestra simpatía. Así, Clip llegará a la Tierra con una importante misión, la de salvar a su compañero Risco de su terrible destino: la trasformación en un ser mitad pájaro, mitad Risco. Ser mixto, que nos hará recordar a aquellos seres mitológicos presentes en la narrativa tradicional.

Con ojos nuevos, de extraterrestre, vamos descubriendo todo lo que Clip va encontrando en su periplo por la tierra, los seres que pueblan el planeta, en sus diferentes facetas, algunos de hierro que escupen agua, el mar, los diferentes animales que se van encontrando y, como no, los seres humanos en cada uno de los diferentes estadios de su desarrollo, los muy pequeños que no saben hablar ni andar , otros un poco mayores a los que llaman niños y unos muy grandes a los que llaman viejos.

Como Clip tiene un disfraz de niño, decide buscar la ayuda de uno de ellos para encontrar las plumas necesarias que curarán a Risco. Y es que nada como un buen disfraz, para poder transgredir cualquier norma.

De esta manera, en la obra, la palabra, la voz, la toma el personaje infantil, buscando la complicidad del lector, compartiendo un modo de hablar y una empatía que ofrecerá una visión infantil del mundo, contrastándola con la visión habitual.

A su llegada a la Tierra conoce a Tara una de las habitantes de Telde el lugar donde Clip decide comenzar su búsqueda.

Los personajes del relato, nos permiten explorar la realidad, pero no solo la del entorno físico cercano, también la de los sentimientos, la amistad, el cariño, la ayuda mutua, la confianza, etc.

Permiten al pequeño lector, descubrir posibilidades de actuar y de ser ante el mundo. Positiva, colaboradora, como Tara, responsable y arriesgado como Clip, imaginativo como Doramas.

Con Clip, podemos huir de nuestras propias limitaciones, volar hacia otros mundos, hablar con los animales, transportarnos en el espacio a velocidad infinita, en definitiva, trascender nuestros propios límites y como nosotros, los pequeños que acceden a su lectura o a su escucha

Tanto en la descripción de los paisajes como en la de los personajes se nota la faceta de narrador del autor. Las descripciones nos llevan de la mano hacia la visualización de los espacios narrativos así como del físico y la personalidad de cada uno de ellos. Cobra especial relevancia la descripción de Doramas y sus peripecias, resultan tan vívidas, que cuesta no creer que Dani nos esté contando vivencias propias de su infancia.

Con lenguaje sencillo, con descripciones muy visuales y coloridas Daniel nos lleva de la mano por el transcurrir de los once días que ocupa el relato, por diferentes paisajes del municipio de Telde, siempre acompañado de su inseparable Tara, descubriendo bajo la tutela Bentejuí, el abuelo de Tara rincones emblemáticos del municipio, el barranco de Telde, el puente de los Siete Ojos, el barranco de la Gallina, el barranco le Cernícalo.

A lo largo del relato se hacen guiños a elementos de nuestra tierra tales como el gofio, la miel de palma y se nombran animales de la fauna autóctona de las islas.

En un contexto escolar, y aquí me sale a vena docente, podría dar pie a la realización de un proyecto de investigación en el que se estudiase los lugares, las plantas o los animales que se citan en el relato.

Como narradora accidental encuentro que el relato es de lo más adecuado para incluir en una sesión de cuentacuentos, sus descripciones de los personajes y los lugares son muy visuales (Se llama Bentejuí…, tiene setenta años…, luce una abundante melena de pelo blanco…., se cubría con un sombrero marrón…).

Recurriendo a la tradición literaria de la fabulación los animales de la historia hablan con los protagonistas facilitándoles información con la que resolver cada una de las búsquedas que Clip y Tara necesitan para encontrar las plumas de aves que buscan.

Y la historia termina bien, la misión ha sido completada, podemos respirar tranquilos, el conflicto se ha solucionado. Sin embargo, una pequeña puerta a nuevas historias se deja abierta, se abre la posibilidad para seguir imaginando, de tender nuevos puentes hacia nuevas aventuras. Esa tarea será llevada a cabo por los más pequeños, labor, que les suele apasionar, pues ya han descubierto la estructura del relato, “el truco” para seguir inventando y riendo.

No es la primera vez que tengo el honor de estar y participar en la presentación de sus libros lo cual le agradezco en grado sumo y como en otras ocasiones me ha gustado constatar como sus cuentos y relatos nos acercan al conocimiento de aspectos de nuestro entorno cercano, como describe paisajes reconocibles y con ellos es capaz de llevarnos por mundos de la imaginación de mano de sus personajes.

En estos años nos hemos encontrado en cursos, encuentros, cuentacuentos, presentaciones de libros y colaboraciones con instituciones siempre en relación con la literatura infantil y juvenil. Espero que en el futuro sigamos en esta misma línea de colaboración y de trabajo, poder seguir contando con su experiencia cuando, egoístamente lo necesite, y sobre todo saber que hay ahí un amigo con el que charlar, compartir, planificar, pasar momentos divertidos por muchos, muchos, años. Sigue siendo así. Un niño pequeño en un cuerpo grande y afectuoso.


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