domingo, julio 27, 2008

COSAS

También he dedicado hoy tiempo a fotografiar cosas que he ido haciendo para la casa de Valle Casares. Poco a poco hemos ido personalizando una casa que en su momento compramos amueblada y de la que quedan pocas cosas del principio.

Al principio me dio por el punto de cruz, así que hice varios cuadros que ahora adorman el cuarto de estar.


Primero hicimos este entre Silvia y yo, porque ella se cansó pronto.

Mientras, yo, iba haciendo este.

Y como me gustan los retos decidí hacer este.

Hice varios más que regalé a mis hermanas y a mi madre, y tengo otros a medias. Los retomaré en cualquier momento.

El de mamá es éste, la fotografía no es muy buena porque la luz era muy mala.


Después me dio por la taracea y estos son los cuadros de la cabecera de la cama.





Ya comenté que me gusta mucho la técnica de los hilos así que hice estos dos cuadros para aprender y desde entonces están en mi cuarto.




Una de las técnicas a la que siempre tuve miedo era la pintura al oleo, yo creía que era muy difícil conseguir los matices para hacer un cuadro medianamente decente.

Encontré a Mari Carmen y como buena profesora me ayudó a perder el miedo y así surgieron estos cuadros.


Por último nos dio por cambiar el mobiliario de la alcoba, a mi no me gustaba nada los que teníamos, así que compramos unos muebles de pino y a base de tintas y ceras los convertimos en unos bonitos muebles antiguos.

El banco lo encontramos en una tienda de muebles antiguos, estaba algo estropeado pero allí mismo nos lo arreglaron y quedó genial. Sentada en él está mi Mariquita Pérez, regalo de mis compañeras de Colegio Néstor de la Torre cuando me traslade.


La verdad es que con un poco de tinte para madera y nos herrajes bonitos se puede transformar un simple cajón de pino en un arcón para guardar las mantas para abrigarse en invierno en el sofá y si encima le añades
una falsa lámpara Tiffani, pués efecto completo.




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